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ínajes be la Corona de Sragón í

IftcíJísta mensual ilustrada ^

(gCF Tomo III Segunda Bpoca Enero 'í::::^)

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Bon íBre^'^orio /Barcia Ciprés

C. de las rUaic9 academias de la btsrorta r de la de Bellas Hrres de San Luis, de 2ara0OV}- r ocl Cúlrgto l^eráldico i^omano

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Al . Lista de los señores suscriptores que

J\ O 1 1 1 1 n 1 S ir^ t J V21S. tienen abonada la suscripción para el año 1920.

Excelentísimo señor Conde de la Jarosa, Granada.

Excelentísimo señor Marqués de Acialcazar, Las Palmas.

D. Rafael Isgsi, Palma Mallorca.

D. Javier García Julián, Zaragoza.

D. Evaristo Alvarez Mallo, Madrid.

Rogamos a nuestros suscriptores que a la vez del envío del giro nos envíen como aviso una simple tarjeta para evitar confusiones.

T T ^ ' 1 \ r Estamos terminan-

l^OS J UStlCiaS de Aragón- do un trabajo refe

rente a los Justicias de Aragón, que publicaremos con los dibujos de los es- ^ cudos y sellos que usó cada uno. Este trabajo nos lo habían suplicado al- gunos suscriptores, a los cuales no hemos podido complacer antes, por ha- ber otros trabajos que publicar. No por esto dejábamos de comprender la importancia y utilidad que tienen las colecciones de escudos y sellos, tanto de diócesis como de abadiados, conventos, de los Justicias, y hasta de los pueblos por provincias; en prueba de ello estamos trabajando en el orden y colección de varios de ellos, que procuraremos publicar, pero muchas ve- ces la investigación de un sólo escudo ocasiona muchas molestias, que no siempre vienen a remunerarse con el ansiado hallazgo. Por esto, una vez más, rogamos a nuestros suscriptores que nos envíen diseños o dibujes (aunque sean a lápiz) de cuantos posean, pues el panal de una colección de esta índole requiere el constante trabajo de muchas abejas.

/^ / ' Un suscriptor cede dos tomos encuader-

V-/ircCirriICll LO. nados en pergamino en buen uso del «Se- manario de Zaragoza» del año 1799, que era el tercer tomo de dicha publi- cación, por el precio de diez pesetas, franco de portes.

íinafea íre la botona

REVISTA MENSUAL ILUSTRADA

DIRECTOR

^[ooíiio íiAR[iA mu

TOMO MI 2." EPOC\ NUM. DE ENERO

A NUESTROS LECTORES

Harto conocid(j por todos es el estado anárqurco que es- tamos cruzando en los diversos órdenes de la vida social. No necesitamos, por tanto, detenernos en describir con vivos co- lores lo que tenemos siefnpre a la vista, bien a pesar nuestro.

Surgida la ^'uerra europea, ansiábamos la aparición de la paz y con ella confiábamos en el resurgir de una nueva vida de engrandecimiento, prosperidad y progreso en las naciones. Pero si enmudecieron los cañones en un momento dado, y se trató de una paz general, ni ha brillado ésta, ni la humanidad sabe volver a su quicio.

Desorientadas las inteligencias, se lanzan por las nebulo- sidades de la incertidumbre. y fatigadas de volar en un espa- cio sin luz y sin aurora, repliegan sus alas para deiarse caer en el abismo sin suelo de las perversidades del corazón.

Entre tanto avanza la fiera huínana como ola gigciritesca. con irresistible ímpelu. vomitando blasfeuiias f)or sus labios, y al resplandor de la tea incendiaria y del brillo del pufial ase- sino avanza entre las ruinas que inujnfonó Ui tMirrra. /.V p«ir<i

2 LINAJES DE LA CORONA DE ARAOÓN

qué? Para destruir los Estados, pulverizar la Religión, deste- rrar toda idea de justicia; apagar, en suma, la lámpara del al- tar, quemar las cruces de los cementerios, arrancar a Dios la sociedad, y embriagados por el odio, la envidia y la ambi- ción, declarar guerra sin cuartel a la propiedad, a la nobleza y al orden.

La misma paz que dio la revolución francesa, que Renán llamó «experiencia fracasada» con sus tres monstruosas men- tiras, libertad, fraternidad e igualdad, ha venido a cernerse ahora sobre todas las naciones del orbe, sembrando el mal- estar general con la ambición sin límites del acaparador, con la no menos monstruosa ambición de aumento de sueldo o salario para despilfarrarlo en centros, donde lejos de educarse la inteligencia se desbordan las pasiones, engordándose el dragón de las siete cabezas, que lleva el veneno al hogar y de allí a los pueblos y naciones.

No habíamos de ser nosotros los exceptuados en este mal- estar general. Suspendimos la publicación de Linajes durante año 1917, porque la elevación de precios, tanto en el papel como en la obra de mano nos ocasionaba tales pérdidas, que era imposible sostener su publicación y al punto muchos de nuestros suscriptores nos escribieron lamentándose de tal sus- pensión, y rogándonos que se reanudara, indicando cada cual un medio para solucionar el asunto. Movidos por este entu- siasmo y favor de muchos de nuestros lectores, reanudamos la publicación, augurando la paz y con ésta la vuelta a la nor- malidad y descenso en el precio; pero ha sucedido todo lo con- trario, continuando el aumento de precio en progresión tan alarmante que, según están hoy las cosas, se hace imposible toda publicación.

Nosotros, firmear en la idea que sustentamos entonces, en vez de subir el precio de la suscripción, hemos resuelto dismi- nuir el número de páginas, dando las que sólo se pueden dar y aun con pérdidas que sufrimos gustosos, alentados tan sólo

LINAJES DE LA CORONA DE aRAOÓN 3

por el deseo que la idea que lanzamos en estas columnas acer- ca de la organización nobiliaria llegue a ser un hecho, que se- rá para nosotros una gran satisfacción. Hasta entonces sufri- remos en pie la borrasca de bandos y parcialidades, de tumultos y rebeliones, de clamoreos siniestros y rencores implacables que amenaza de muerte a todo lo existente, pues estamos con- vencidos que pasará esta borrasca, no sin que haya ocasionado mareas y naufragios, y aparecerá de nuevo limpio el horizon- te, brillando entonces las acciones heroicas del hombre y re- conocie'ndose clases en la sociedad, único medio de existir e! orden.

Si generosa y espontáneamente nuestros suscriptores nos ofrecieran el aumento de la suscripción, nosotros aumentaría- mos en los números siguientes las páginas, pues no buscamos el lucro, sino tan sólo sacaí del olvido y evitar que se pierda la memoria de nuestros antepasados.

Terminamos estas líneas reconociendo que estamos en los críticos momentos en que se está elaborando el mundo o la sociedad de mañana. Que las ideas amasadas con sangre y lágrimas ahora, tomarán cuerpo y se extenderán cubriendo la tierra: por tanto, estamos todos obMgados a tomar parte en esta contienda, pregonando la paz verdadera, no esa de odios, ambiciones y exterminio que preparan en Bersalles. sino la que brota del pecho del hombre de buena voluntad, sumiso a la justicia y al deber, trabajador y pundonoroso, bienaventurado ya aquí porque «establece el orden en mismo con sabiduría y se asemeja al Verbo de Dios» (S. A.)

LA I^KDACCION.

LINAJES DE LA CORONA DE ARAOÓ

Linaje de los Subías

Hay muchos apellidos aragoneses, de los cuales esta revista no ha dado aun noticia; no porque no se tenga noticia de ellos, sino por el afán de dar- los a conocer lo más completos que se pueda, de lo que resulta que su pu- blicación se retarda y esto puede ser causa de que otros suscriptores y a la vez colaboradores de Linajes, opinando de idéntico modo que nosotros, se abstengan de proporcionar datos que posean y que de no publicarse duer- man el sueño del olvido, sin poderse formar la historia de las familias, por no aprovechar la ocasión con que nos brinda esta importante publicación*

Para adormecer este remordimiento doy generosamente los datos que poseo por mera casualidad de este apellido, muy extendido en Aragón, y del que ni describen sus armas los heraldistas de nota como Vitales, Zayas y otros.

Tampoco he sido afortunado en poderlas encontrar, pero confío en que alguno de los lectores amplíe estos datos y nos a conocer el escudo de este apellido.

La ejecutoria de infanzonía que tengo a la vista dice que de tiempo in- memorial en el pueblo de Abiego, diócesis de Huesca, había un casal cuyos poseedores eran tenidos por todos como legítimos infanzones, como igual- mente los tenía portales el Señor temporal, que lo era el poseedor de la baronía de Antillón, de la cual formaba parte dicho pueblo de Ablego.

Que de dicho casal de los Subías procedió y fué señor de el

I Francisco Subías, que estuvo casado con Petronila Urraca, y tanto éstos como sus hijos fueron respetados como legítimos infanzones. De los, diversos hijos que tuvieron, el segundo y sucesor en el casal y posesiones de sus padres fué

Martín Subías y Urraca, que continuó residiendo toda su vida en Able- go y por el que sucedió la descendencia:

LINAJES DE L\ CORONA D ARAGÓN 5'

II Francisco Subías y Urraca, segundo de este nombre y hermano del anteriormente citado Martín, y primogénito del matrimonio de Francisco y Petronila, siendo mozo, trasladó su residencia desde Abiego al próximo pueblo de Lascellas, donde efectuó su matrimonio con Ana María Valdovi- nos y fueron padres de Francisco, Pedro y José, que fueron incluidos en la firma de ejecutoria de su infanzonía que ganaron en la Corte del Justicia de Aragón.

Fué sucesor de éstos el primogénito llamado

III Francisco Subías y Baldovinos, que continuó residiendo en Lascellas y casó con Ana de Rufas teniendo entre otros hijos a

1\' Francisco Subías y Rutas, cuarto de este nombre, que volvió a pro- bar su infanzonía y había casado con Teresa Rodríguez, teniendo entonces por hijas a Rosa y Paciencia.

La rama de los Subías se continuó en Abiego por el matrimonio del citado.

Martín Subías y Urraca, casado con Catalina Loscertales, y fueron pa- dres de

Jaime Subías y Loscertales, que continuó residiendo en Abiego y casó en el mismo pueblo de Abiego con Ana Batalla, de cuyo matrimonio fué hijo y sucesor en sus bienes y posesiones.

Jaime Subías y Batalla, que continuó residiendo en Abiego. Este tuvo un hermano llamado Carlos y su padre contrajo segundas nupcias con Ma- ría Portan, con la que tuvo a Miguel, que también se incluyó en la ejecuto- ria de infanzonía, que es hasta donde llega la que hemos podido encontrar.

Por el índice de procesos que se publicaron en el tomo 6." de esta re- vista, sabemos que en 1804 D. Francisco Subías y Mora, vecino de Tama- rite de Litera, obtuvo firma de dicha infanzonía, la cual hemos hecho por encontrar para saber si procedían de Abiego y a la vez si indicaba las ar- mas ü escudo de dicho linaje, pero no lo hemos podido conseguir hasta la fecha, confiando en que algún lector de Linaji-.s venga a llenar esta laguna

OCARIZ.

L'NAJES DE l.A CORONA DE ARAGÓN

LINAJE DE LOS garcía-palacio

De tiempo inmemorial en el reino de Castilla, arzobispado de Burgos, en el valle y merindad de Trasmiera, formada por los pueblos de Arnuero, Isla, Castillo, Meruero, Noja, Ajo y Quemes, que se conoce por la '<junta de las siete villas», en dicha villa de Arnuero, se tenían por verdaderos hidalgos a los del apellido y renombre de García- Palacio, a quienes se les tenía por todos como libres y nobles, poseyendo en dicha villa de Arnuero casal o solar propio y exclusivo de los individuos de dicho linaje, que con- frontaba con dos calles y con la casa de Diego Foncueva.

Por los años de 1 .500 era señor y poseedor del mencionado casal o palacio.

I Pedro García- Palacio, que fué tenido por todos sus coetáneos por legítimo hidalgo, disfrutando como tal de todos los fueros, privilegios y exenciones que en Castilla tenían los de esta condición noble, usando públicamente y en todos sus muebles, armas y objetos del escudo propio y peculiar de los de su linaje, el cual escudo consistía en cuatro cuarteles y en el primero y último, que eran iguales se veía un pino sinople en cam- po de oro: en el segundo y tercer cuartel, que eran iguales también, apare- cían tres bandas negras en campo de plata. Este D. Pedro tuvo en legítimo matrimonio, entre otros hijos a

II Juan García- Palacio, que fué el sucesor de sus padres en el ma- yorazgo, o sea en el palacio y posesiones que disfrutaban en Arnuero. Este casó con Catalina Velez de Foncueva y fueron padres de

III Juan García- Palacio y Vela de Foncueoa, que fué el sucesor de sus padres en los privilegios, bienes y palacio, residiendo también en Arnuero y celebrando su matrimonio con su parienta María Velez de Fon-

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cueva y nacieron de este matrimonio entre otros, Juan, tercero de este nombre y Diego, que continuó residiendo en Arnuero, siendo allí el sucesor de sus padres y por donde se continuó la rama de dichos García-Palacio en el mencionado pueblo de Arnuero.

IV Juan García-Palacio y Velez de Foncueva, tercero de esíe nombre, y hermano de Diego, siendo mozo trasladó su residencia al reino de Ara- gón, domiciliándose en Xaulín (Jaulín), donde contrajo matrimonio con Ca- talina de Val. apellido del que nos hemos ocupado ya en esta revista.

De este matrimonio procedió:

V Juan García-Paraíso y Val, que trasladó también su residencia al lugar de Cadrete y allí tuvo que probar su infanzonía, presentando la de sus antepasados, reconocidos comr> tales en Castilla, y tras largo expe- diente con presentación de pruebas y partidas sacramentales obtuvo tirma confirmatcria dada por el Justicia Mayor de Aragón en Zaragoza con fecha de Marzo de 1649. En esta ejecutoria se incluían como hijos del citado Juan, cuarto de este nombre, a otro Juan, Juana-Catalina, María-Josefa y Mariana, mandándose en ella sean todos estos tenidos por leRítimos infan- zones, y como tales se les guarde todos los privilegios, exenciones y demás inmunidades, que se les acostumbraba a guardar en A'-agón a los demás infanzones; autorizándoles, igualmente, a usar el escudo de armas que sus antecescres venían usando en Castilla, tanto en la tachada de sus casales como en los muebles, alhajas y demás objetos de su servicio.

/4/-/7ZCS. Aunque la ejecutoria de infanzonía, de la que hemos tomado estos datos, tiene al principio de ella pintado el escudo de los citados— (jarcia Palacio— en la forma que queda dicho, no reproducimos aquí su dibujo por su fácil comprensión y estar al alcance de todos hacer su repro- ducción, pues consiste en cuatto cuarteles: en el primero y cuarto en cam- po de oro un pino sinople: en el segundo y tercer cuartel en campo de plata tres bandas negras.

Gregorio García.

LINAJES DE LA CORONA DE ARAGÓN

DicaT

-m'

En todas las épocas se han agremiado los hombres para mejor atender a las múltiples necesidades de la vida y unidos laborar a un fin común. Se- gún las épocas, han tomado distintos nombres, pero siempre en el fondo han sido idénticos los fines. Las cofradías de la Edad Media, además de un fin religioso envolvían las más de las veces una defensa mutua en los inte- reses comunes y hasta políticos: los gremios del siglo xv no eran otra cosa que instituciones legales para la defensa de los intereses comunes a una profesión u oficio. Los sindicatos de nuestros días no son en otra cosa que los antiguos gremios, y todo cuanto se salga de la defensa legal de los intereses comunes de una profesión u oficio, será desencajar de su marco la sindicalización, naciendo al punto el desorden y con éste la propia des- trucción.

La Historia nos habla del funcionamiento de las cofradías medioevales y también de los gremios; sus capítulos o reglas sapientísimas, puesto que se establecían tras sesudos razonamientos, inspirados siempre por el bené- fico influjo de la Iglesia católica, hizo que aquella sociedad pudiera desen- volverse y crecer, con un ambiente de progreso que vino a tierra tan pron- to se perdió o no se practicó el espíritu en que fueron creados. Las innova- ciones perniciosas fueron la causa de su decaimiento y con éste la ruina de los pueblos y de las naciones.

Regulados y protegidos aquellos gremios por los Estados tuvieron cier- to carácter de superioridad social que regulaba todos los actos del indivi- duo con una suavidad tal, que imperando la razón no era necesario recurri- a la fuerza.

Los gremios así establecidos, siguieron su vida activa y progresiva, hasta que por causas muy largas de explicar entró en mala hora el espíritu pe innovación, apareciendo el individualismo hasta traer a nuestra desgra

LINAJES DE LA CORONA DE ARAGÓN

9

ciada patria en 1813 aquel tristemente célebre decreto del Conde de Tore- no de la libertad de industria que vino a matar los gremios.

Hoy la sociedad, hastiada de sistemas y teorías que a nada práctico la conducen, vuelve su mirada al pasado y la Iglesia ahora, como siempre le ofrece el ramo de laurel, dándole la pauta para una vida de reacción y pro- greso bien entendido y desde el inmortal León XIII, hasta el actual Pontífi- ce, vienen en sus encíclicas marcando el camino a seguir por la sociedad, si quiere ésta cumplir su doble misión terrena y sobrenatural.

Por esto es de suma trascendencia la formación de los Sindicatos rura- les católico-agrícolas en todos los puntos, no sólo de España, que del orbe entero, en los cuales desaparezca el odio que impera entre el capital y el trabajo, y des-iparecido este odio, se den fraternal abrazo estos dos factores de la riqueza, y unidos en Cristo todos los hombres laboren en co- mún para que todos se presten mutuo apoyo.

Y viene aquí el asunto principal de este artículo. La fundación de estos Sindicatos amparados por la ley, han de usar de un sello propio y exclusi- vo para refrendar sus documentos. Esto brinda una ocasión propicia para que se tomen los que en la antigüedad usaban las villas, ciudades o corpo- raciones donde hoy se fundan estos nuevos Sindicatos.

Así lo ha hecho el pueblo de L'^porzano al formarse por indicación del Prelado diocesano el Sindicato Católico Agrícola en dicho pueblo, que ha tom^ído las armas que usó el antiguo real monasterio de Montearagón, a cuyo abadiado pertenece Loporzano.

Hoy Montearagón son ruinas venerafidas; pero su recuerdo estará latente mientras dure dicho Sindicato y cuando no se tenga idea ni remota de él, se conservará el sello de aquel Monasterio que tanto brillo dio a la Historia de Aragón y de España.

Muy gustosos lo reproducimos aquí, confiando en que no será éste el último que podamos reproducir.

Los colores de dicho escudo son en (.ampo azul castillo terrazado y so- bre 183 almenas un cordero blanco con banderita blanca, cruz gules y el palo de oro.

L¿i ncc/¿icci(Jn.

10 LINAJES DE LA CORONA DE ARAGÓN

LOS SALAS

El solar de esta antigua familia estaba en Huesca, según unos apuntes genealógicos que han llegado a nuestras manos. En ellos se habla de Gui- llermo Salas que acudió con otros caballeros oscenses a la conquista de Va- lencia, en la que tomó parte muy activa, singularizándose por su arrojo y eh Rey en premio le concedió privilegio de usar nuevo escudo, consistente en brazo armado de espada y una cabeza herida en la nariz; como en memoria de la herida que recibió en la refriega que contribuyó eficazmente ^ la vic- toria.

Este escudo sólo lo hemos podido encontrar, ocupando el tercer cuar- tel, del escudo que en la fachada del casal que tenían los Ximénez Cerdán de Heredia en el ya derruido, edificio en la hoy plaza de Lizana para entrar al antiguo callejón de la Pataquera.

Antes de este escudo, usaron estos Salas el escudo de plata con cruz gules y un león rampante de azul sobre ella, del que habla Vítales y otros heraldistas.

De este mismo casal y familia de los Salas de Huesca procedió Juan Salas, que fué 22 años capitán de corazas en Flandes, como también su hermano Pedro, capitán y sargento mayor fallecido en campaña de un ba- lazo.

El citado Juan Salas estaba casado con Isabel Gil, y fueron padres de Baltasar Salas y Gil, que a su costa levantó una compañía con la que pasó a Italia y allí sirvió a nuestros Monarcas ocho años. Efectuó su matri- monio con D.^ Isabel Baraiz, de ilustre familia navarra y fueron padres de don Juan Lorenzo Salas y Baraiz, colegial del colegio mayor de Santiago (Jiuesca) y después rector de la Universidad Sertoriane, más tarde del Consejo de S. M. en lo criminal de Aragón, el cual estuvo casado con Dionisia Pastor y Femat, y padres de Baltasar Salas Pastor.

LINAJES DE LA CORONA DE ARAGÓN H

En el libro de ■Varones ilustres del Colegio Mayor de Santiago», del doctor Sanz de Larrea, no se cita el mencionado don Juan Lorenzo, y otro, e! maestro Agustín Lorenzo Salas, teólogo, natural de Radiquero (Huesca), quien en 28 de Mayo de 1585 salió de dicho colegio, donde es- taba de colegial para posesionarse de una ración en el pueblo de Siétamo y al año siguiente ganó por oposición contra 12 opositores la parroquia de Valfarta. Murió de Racionero en Alquézar el año 1596. Por esta noticia sa- bemos que en dicho pueblo de Radiquero había establecidos del linaje de Salas.

También en Zaragoza hubo establecidos de este linaje, usando difirente escudo que consistía en campo gu'es torre de oro. A esta familia perteneció D. Beltrán de Salas, padre de D. Marcos de Salas, nacido en Zaragoza y bautizado en el Pilar el 25 de Abril de 1555 y casado con D." Isabel de Rivas, cuya hija D.^ .Ana-María de Salas casó con D. Antonio Pellicer de Üssau y fueron padres del célebre cronista D. José Pellicer.

La privanza que tenía el citado D. Beltrán lo demuestra el autógrafo real que guardaban sus sucesores, decía así: «Beltrán de Sala— Nos escri- bimos á nuestro alcaide de Perpiñan, que vos fable de nuestra parte algu- nas cosas, que él dirá; encargamos é mandamos vos le deis entera fe y creencia é fagáis en ello lo que de vos confiamos».

Otra rama.—\ún hay otra rama de este linaje de bs Sala que usaron por armas el escudo en campo azul con banda de oro y en ella un galgo guies en lo alto y en lo bajo estrella de oro. A esta rama perteneció don Diego de Sala, que fué principe de Carpiñanb. Su hermano Francisco estu- vo casado con D.' Francisca Abarca y Marcilla de Caparroso y fueron pa- dre'i de D. Francisco Sala y Abarca, caballero de la Orden de Santiago, capitán de caballos corazas españolas.

Por estos datos se podrá ver la importancia que tiene el escudo para conocer las diversas ramas de un apellido y lo conveniente que sería abrir en esta revista una sección destinada a describir les escudos que hay en una localidad, en templos o en otros edificios, diciendo a quién se les atri- buye, para completar los estudios heráldicos.

X. X.

12 L1NA)ES DE LA CORONA DE ARAGÓN

Rama de los Borbones, derivada de la Casa Real de España

RAMA PRIMOGÉNITA

I

D. Carlos V María Isidro de Borbón, Infante de España, hijo del Rey D. Carlos IV y de D.' María Luisa Teresa de Borbón, Princesa de Parma. Nació el día 28 de Mayo del año 1788. Falleció en Trieste el 10 de Marzo de 1855, siendo sepultado en la capilla de San Carlos de la Catedral de San Justo de Trieste, en donde se le tributaron honores reales. Al morir su her- mano D. Fernando VII fué reconocido por Rey con el nombre de Carlos V por parte de la nación, proclamado como a tal por su valeroso Ejército, al frente del cual luchó siete años. En 18 de Mayo de 1845 abdicó sus dere- chos a la Corona de España a favor de su hijo primogénito D. Carlos Luis María y adoptó para el título de Conde de Molina, que conservó duran- te su vida. Casó primero por poderes en Cádiz el 4 y en persona en Ma- drid el 29 de Septiembre de 1816 con D."* María Francisca de Asís de Bra- ganza. Infanta de Portugal, hija del Rey D. Juan VI y de D.^ Carlota Joa- quina, Infanta de España, nacida el 22 de Abril de 1800. Falleció en Al- verstokc-Rectory, cerca de Gosport (Ijiglaterra) el 4 de Septiembre de ^S34 y fué sepultada en )a capilla de San Carlos de la Catedral de San Justo de Trieste. Al mismo tiempo que se casaron D. Carlos y D.'' María Francisca tuvo lugar la boda de la hermana de ésta D.'"^ María Isabel con D. Fernan- do VII. Casó (D. Carlos) segundo por poderes en Salysburgo, Austria, el 2 de Febrero y en persona el 20 de Octubre de 1838 en Azpeitia, con doña María Teresa de Braganza y de Borbón, hermana mayor de su primera es- posa. Princesa de Beira, viuda del Infante de España D. Pedro de Borbón, nieto del Rey D. Carlos III. Nacida en 1793. Falleció en Trieste el 17 de

LINAJES DE LA CORONA DE ARAGÓN 13

Enero de 1874. Fué sepultada en la capilla de San Carlos de la Catedral de San Justo de Trieste.

Hijos de D. Carlos María Isidro de Borbón y de su primera esposa dona María Francisca de Braganza:

1 Don Carlos \'l Luis María Fernando de Borbón infante de España. Nació en Madrid el 31 de Enero de! año 1818. Falleció en Trieste el 13 de Enero de 1861 sin sucesión, siendo sepultado en la capilla de San Carlos, de la Catedral de San Justo de Trieste. Reconocido Rey de España por parte de la Nación con el nombre de Carlos VI, a la abdicación de su pa- dre en 18 de Mayo de 1845. Adoptó el título de Conde ds Montemolín y renunció sus derechos a la Corona a favr.r de su hermano D. Juan de Bor- bón. Casó en Caserta el 10 de Julio de 1850 con doña María Carolina Fernanda de Borbón, Pcincesa de las Dos Sicilias, hija del Rey D. Fran- cisco I y de D.* María Isabel de Borbón, Infanta de España, su segunda es- posa, nacida el 29 de Febrero de 1820. Falleció en Trieste el 13 de Enera de 1861 el mismo día que su esposo: se cree de resultas, ambos, de un envenenamiento. Fué sepultada en la capilla de San Carlos, de la Catedral de San Justo de Trieste.

2 Dori Juan de Borbór. Infante de España, Jefe de la Casa de Borbón.

3 Don Fernando María José de Borbón, Infante de España. Nació en el Real sitio de El Escorial, el 19 de Octubre de 1824. Falleció en Brunnsie, St>TÍa, en el Castillo de la Duquesa viuda de Berry, madre del Conde de Hhambord, Enrique V de Francia el 2 de Enero de ISGl con los mismos síntomas de envenenamiento que sus hermanos los Condes de Montemolín.

II

D. Juan Carlos María Isidro de Borbón. Infante de España, hijo de don Carlos María Isidro, Conde de Molina, Carlos V y de su primera esposa D.' María Francisca de Braganza, Infanta de Portugal. Nació en el Real Sitio de Aranjuez el 15 dt- Mayo de \>^22. Falleció en|Brigton (Inglaterra), el 21 de K< re de 1887. Está sepultado en la capilla de San Carlos de

la Catí'dral uc c an Justo de Trieste. En virtud de la renuncia de su herma- no D. Carlos, Conde de Montemolín (C arlos VI), le sucede en los derechos al Trono de Espirea con el nombre de Juan III. í'ero en 3 de Octubre de 18í;s abílicó a favor de su hijo primogénito I). Carlos, Duque de Madrid. Por la muerte del Key legítimo de Francia Ivnrique V. Conde de Chambor, en '¿^ de Agosto de IHKÍ y en virtud de la ley sálica hereda los derechos al Trono de aquella nación como a primogénito y principal Jete de la Casa de Borbón y como a tal presidió sus funerales en Ooritzia al frente de todos !•! Príncipes. Casó el 6 de FVbrero de 1H47 en Mí'idena con la Princesa

14 LINAJES DE LA CORONA DE ARAGÓN

D." María Beatriz Ana, Archiduquesa de Austria, hija segunda de Francis- co IV, Duque de Módena y de María Beatriz Victoria de Saboya, de la Condesa de Chambord. Nació en Módena el 13 de Febrero de 1824 y fa- lleció en Goritzia en el Convento de Hermanas de la Cruz, a donde vivía retirada, el 18 de Marzo de 1906 y sepultada en el mismo Convento. Hijos de D. Juan y D." María Beatriz:

1 D. Carlos de Borbón que sigue

2 D, Alfonso-Carlos-Fernando etc., de Borbón, Infante de España. Nació en Londres el 12 de Septiembre de 1849. Fueron sus padrinos su tío paterno D. Carlos de Borbón, Conde de Montemolín y su tía materna doña María-Teresa de Austria. Esta, Condesa de Chambord. Casó el 26 de Abril de 1871 en el Castillo de Heubach en Baviera con la Infanta de Portugal D.^ María de las Nieves-Isabel-Eulalia de BraganzR, hija de D. Miguel I y de la Princesa D.^ María-Adelaida-Soíía de Soeweinstein Weriheim Ro- chefort, nacida en el Castillo de Heubach el 5 de Agosto de 1852. Fuéronle padrinos, su tío materno el Príncipe Carlos de Soeu^einstein Wertheim Ro- chefort y la tía paterna D.^ Isabel de Bragranza. Antes de casarse, D. Al- fonso sirvió en el Ejército de Pío IX, sentando plaza de zuavo pontificio, combatiendo en la Puerta Pía contra los Piamonteses, invasores de Ro-^a, hasta que la Ciudad tuvo que rendirse por la traición de Napoleón III y sus cómplices que abandonaron al Papa. También tomó una parte muy activa en la guerra a favor de su hermano D. Carlos, en la que le acompañó siempre su esposa que quiso compartir sus peligros haciendo toda la cam- paña.

D. Carlos VII María de los Doleres Juan-Isidro de Borbón, Infante de España, hijo primogénito de D. Juan y de D.^ María-Beatriz de Austria. Esta, Princesa de Madena, Jefe de la Casa de Borbón. Nació en una fonda de Layboch, en donde se encontraban sus padres huyendo de la Revolución de Italia, de paso para Inglaterra, el 30 de Marzo de 1848. Fué bautizado secretamente el Obispo de la ciudad. Fuéronle padrinos el abuelo paterno D. Carlos-María-Isidro, Conde de Molina, con su segunda esposa D.^ Ma- -fía-Teresa de Braganza. Pío IX le administró el sacramento de la Confir- mación en 1857, añadiéndole el nombre de Pío én Bolonia. En 20 de Julio de 1868 adoptó el título de Duoue de Madrid y el 3 de Octubre del mismo año, habiendo su padre D. Juan de Borbón abdicado en él sus derechos al Trono, tomó el nombre de Carlos VII, siendo reconocido como Rey por sus muchos partidarios y aclamado como a tal por su Ejército en 187Í2 en Vera (Navarra), el 2 de Mayo, y después de cuatro íiñoá de guerra entró en Fran

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cia por Arregui el 28 de Febrero de 1876. AI mcrir su padre quedó Jefe de la Casa de Borbón. Falleció en Várese (Italia), el 18 de Julio de 1909 y fué sepultado el 24 del mismo mes en la Catedral del Justo de Trieste.

Casó 1.° el 4 de Febrero del año 1867 en la Capilla del Castillo de Frohodarf, residencia de los Condes de Chambord, con D.'^ Margarita- María-Teresa de Borbón, Princesa de Parma, hija del Duque Carlos III y de Lu'sa-María-Teresa de Bcrbón. hermana de Enrique V d^ Francia Con- de Chambord. Les dio la bendición nupcial Monseñor Falcinelli, Arzobispo de Atenas, Nuncio Apostólico en Viena. D.^ Margarita nació en Suca el I."' de Enero de 1847. Falleció repentinamente en Viareggio, en su Real Tenuta el 29 de Enero de 1893 y fué sep Itada en la Capilla de la misma, en donde están enterrados otros individuos de la Casa ducal de Parma.

Esta virtuosa Princesa, modelo de madres, dejó muy gratos recuerdos, especialmente de su humildad y caridad, sirviendo a los combatientes de uno y otro ba.ido que estaban enfermos o heridos en el Hospital de isache en Navarra, y por ello mereció el nombre de .\ngel de la caridad que le han recopccido hasta sus contrarios. Casó 2.'* el 28 de Abril do 1894 en la Ca- pilla del Palacio Arzobispal de Praga, dándoles la bendición nupcial el Emi- nentísimo Sr. Cardenal Schoenborn, Príncipe Primado de Bohemia, con D.^ María-Berta de Roban, hiia del Príncipe Arturo de Rohan (luemené y de la Princesa G^hriela de Walstein \V( rtenberg. nacida en Teplity el 21 de Mayo de 1^

Hijos de D. Carlos María de los Dolores de Borbón y de su primera esposa D.* Margarita, Princesa de Parma:

1 D.' Blanca María de la Concepción Teresa de Borbón, Infanta de España. Nació ^n Gratz el día 7 de Septiembre del año 18(S«; fué bautiza- da el día siguiente, siéndole padrincsel hermano de su abuela paterna, Francisco V duque de Módena y D." María Teresa de Braganza, viuda del [)' ' D. Carlos, Conde de Molina. Casó en la Capilla del Casiuiu uc rro!. -dors el 24 de Octubre de 1H89, dándoles la bendición nupcial Monseñor Ciruscha, después C ardrnal y .Arzobispo de Viena con el Archiduque Leopoldo Salvador, hijo primogénito del Archiduque Carlos Salvador (hermano del (irán duque de Tuscana f-ernando IV) y de María Inmaculada de Borbón, l'rincesa de las dos Sicilias. Nació en Alt-Bunzian ei 15 de Octubre de IhíJ.í.

2 D. Jaime 11! Juan C'arJos de Borbón, Jefe de la Casa de Borbón y reconíKido como a Rey por sus partidarios. Nació en la (Quinta de la Tour de la Faraz, junto a Verey en Suiza, el 27 de Junio de 1H7(): Bautizado el día .V) por el Sr. (Jbispo de Daulia Fuéronle padrinos sus abuelos pa- ternos D. Juan de Borbón y D.' Beatriz de Austria Este.

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3 D,' Elvira María Teresa Enriqueta de Borbón, Infanta de España. Nació en la Quinta del Bocage, cerca de Ginebra, el 28 de Julio de 1871 y fué bautizada el 1." de Agosto, siéndole padrinos sus tíos. Enrique V de Francia y María Teresa Archiduquesa de Austria. ¡Este, Conde de Chambord.

4 D."* María Beatriz Teresa Carlota etc. de Borbón, Infanta de Espa- iia. Nació en la «Villa-du-Medi> de Pau el 21 de Marzo de 1874. Le fueron padrinos sus bésabueios maternos D. Carlos II de Borbón y D.^ María Teresa de Saboya, duques de Parma. Casó en el Palacio Patriarcal de Venecia, dándole la bendición nupcial el Patriarca Excmo. José Sarto (des- pués Papa Pío X,) el 27 de Febrero de 1897 con D. Fabricio Massimo, hijo del Príncipe D. Camilo Massimo y Saboya y de D.^ Francisca Suechesi Pallí y Borbón. Nació en Roma el 23 de Noviembre de 1868. La madre de D. Fabricio es hija del segundo m'htrimonio de la Duquesa de Berry.

5 D."' María Alicia Ildefonsa Margarita de Borbón, Infanta de España. Nació en Pau el 29 de Junio de 1876. Le fueron padrinos su tío paterno el Infante D. Alfonso de Borbón y la tía materna D.'' Alicia de Borbón, Prince- sa de Parma, Gran Duquesa de Toscana. Casó en el Palacio Patriarcal de Venecia el 26 de Abril de 1897, dándole la bendición nupcial el Eminen- tísimo Sr. Cardenal Sarto, después Pío X, con el Príncipe Federico-Ernesto de Schamboury Walldenburg convertido al catolicisimo el 5 de Junio de 1895, hijo del Príncipe Ernesto, y Elena de Stolberg Wernigerode. Nacido en Ganernity el 20 oe Septiembre de 1872. Este matrimonio fué declarado nulo por la Santa Sede en Roma el 26 de Mayo de 1906 y D." Alicia se volvió a casar en Vioreggio (Italia) con D. Luis del Prete, capitán de Ca- ballería italiano.

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EL ESCUDO DE JACA

Vamos hoy a complacer a algunos de los suscriptores que nos suplicaron unas cuartillas referentes a los escudos de las ciudades de Aragón, cuando salimos en defensa del actual escudo de Huesca, y empezamos gustosos por el escudo laqués.

^;Quién no conoce el escudo de Jaca? ¿Cuál fué su origen?

No pretendemos hoy hacer de él un estudio documental; nos gusta más la tradición constante que de su origen se tiene y que pasa de generación en generación con los vivos colores de la epopeya. ¿Puede darse una epo- peya igual a ésta donde se retrata a la mujer aragonesa, a la m ^ntañesa, noble, amante y valiente?

Dice la tradición que don Aznar, conde de Aragón, tomó esta ciudad a los moros poco después de caer en su poder. Los moros pretendieron recu- perarla, para lo cual concentraron cuantas fuerzas pudieron, acampando entre los ríos Gas y Aragón, en las inmensidades de Jaca y en el sitio de- nominado desde entonces «el campo de las tieiidas>.

El valeroso den Aznar decidió salir al encuentro del enemigo y al decli- nar la tarde del primer miércoles del arVj 7í)íJ, salieron de Jaca los soldados cristianos, capitaneados por don Aznar, y aprovechando I.» obsciiridul de la

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noche y una tormenta que había, cayeron sobre el enemigo, con tal furia, que le dispersaron, ocasionándoles numerosas bajas. Pero rehechos los mo- ros, arremetieron contra los cristianos al amanecer el día del jueves, tra- bándose de nuevo encarnizada lucha que duró todo el día y la noche, aun- que las sombras de ésta les obligó a suspender momentáneamente el com- bate, llevando entonces ventaja los moros sobre los cristianos.

La esposa de don Aznar, que con otras mujeres seguían ansiosas el cur- so del combate, observando desde las murallas de jaca y sospechando que vencerían los moros, arengó a las demás diciéndoles:

Corramos a morir con nuestros esposos y hermanos, porque si aquí nos quedamos, seremos presas desús serrallos y la deshonra y la esclavitud será la única suerte que nos espera.

Aquel bélico ardor prendió en el corazón de las jaquesas, y cuando alba iba desterrando las tinieblas de la noche, abriéronse las puertas de la ciudad para dar salida a aquel ejército, no por femenino menos valiente que el de los cristianos sus esposos, hermanos o hijos. Sus blancos corpinos resplandecían cual bruñidas armaduras y al divisarlas los moros, las toma- ron por un refuerzo de galos, huyendo vergonzosamente y tan a la desvan- dada, que muchos encontraron la muerte en las crecidas corrientes del Gas y del Aragón, o en los precipicios por donde se arrojaban.

Al verles huir los cristianos tomaron nuevos alientos y a los primeros gritos de ¡victoria! se ven empujados por sus esposas y hermanas en medio de gritería ensordecedora, mezclados los lamentos con los gritos de alegría, abrazos y consuelos...

Reconocido el campo después, encontráronse en él, entre la multitud de muertos y heridos almogábares, los cadáveres de cuatro adalides o reye- zuelos árabes, a quienes les cortaron las cabezas, y clavadas en la punta de otras tantas lanzas las llevaron en triunfo a la ciudad, y desde entonces su escudo fué una cruz de cuatro brazos y en los ángulos mirando a la cruz las cuatro cabezas de reyes moros.

Túvose esta victoria como obtenida por especial protección del cielo y como monumento imperecedero de ella se levantó en aquel sitio una ermi- ta dedicada a la Santísima Virgen, con el título de la «Victoria», que aún se conserva tras varias reedificaciones y a la que acude hasta la fecha, sin interrupción alguna, todos los años la población, presidida por su clero, Ayuníamiento y autoridades militares a conmemorar esta «hombrada» de las mujeres jaquesas.

Esta es la tradición, fielmente trasmitida de padres a hijos a través de

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^os siglos, a la que rindo mi admiración y credibilidad, pues no quiero caer en el excepticismo en que muchos caen, a fuer de críticos.

¿Hay algo que venga a confirmar ésta tradición?

En el archivo municipal de Teruel se encuentra un documento fechado el año 1260 del que pende un sello de cera blanca, es redondo, de cuaren- ta milímetros de diámetro y tiene en el centro una cruz de cuatro brazos y al pie de la cruz un escudo a cada lado, no se nota divisa alguna en estos escuditos. Alrededor una inscripción que dice:='íí San Concilii Jacensis= Este es, por tanto, el sello que Jaca usaba el año 1260 y que nosotros desci- framos de este modo; la cruz de los cuatro brazos hace alusión a que era diócesis, téngase en cuenta, que desda el año 1036, el Obispo de Jaca tras- ladóse a Huesca y regía desde aquí las dos iglesias o diócesis, pero que Jaca siempre defendió su sede. ¿Puede hacer alusión a esto los dos escu- dos, o puede recordar ser la corte de nuestros primeros Monarcas después de la unión del condado de .dragón al reino de Sobrarbe?

Lo innegable es que entonces en el sello no aparecen las cuatro cabe- zas que, según la tradición, formaban con la cruz el escudo de Jaca.

Pero en el .Archivo municipal de Hu*»sca, en un documento dirigido al Justicia y Prior de Jurados de Huesca por la ciudad de Jaca. fechado el 2v5 de.Abril de 1498, aparece este otro colocado en papel sobre oblea, de cincuenta milímetros de diámetro, redondo también y que reproducimos, en el que aparece en el centro la cruz de cuatro brazos y en los ángulos las cuatro caberas coronadas, mirando todas al centro de la cruz. Le rodea la siguiente inscripción: ►!'< San concilii ciuitaíis iacensis=. En este se- llo aparecen ya las armas de Jaca, al cual la tradición las describe seiio dei concejo de Uc ano i*9s

Vítales, al ocuparse de! escudo de esta ciudad de Jaca, dice: «Año 795; la ganó a los moros don Aznar primero. Conde de Aragón, y la defendió de noventa mil moros que vinieron sobre ella para recuperarla y murieron en ella cuatro reyes moros, que tomó por armas esta ciudad, poniéndolas en un escudo gules y entremedio de ellas una cruz de oro de cuatro brazos, como se ve aquí. Tiene silla obispal, que anda junta con la dr Huesca.'

De lo expuesto puede comprender»** que la sigilografía no siempre pue- de sacarnos de dudas y que aunque acudamos a ella en confirmación de la existencia de un escudo, no siempre puede tomarse como prueba Infalible,

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pues en este cafeo el escudo que usa Jaca en la actualidad, tuvo su origen muchos siglos después de la victoria que alcanzó don Aznar, lo cual (acaso nosotros) no lo sostendremos, inclinándonos más por la tradición, atribu- yéndole un origen más en consonancia con los hechos de la Ciudad del Pi- rineo.

Q. Qarpj'a Cjprés

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LOS YLLERA

Este apellido, cuyos individuos unos firmaban con / latina y otras veces con y griega, y algunos se apellidan simplemente Lleras, es de hs. menos conocidos en Aragón, sin embargo de contar entre sus individuos a varones insignes, como lo fué el ilustre escritor don Matías de IJera, nacido en Corvilla, aldea de la villa dt Luna (Zaragoza), a principios del siglo xvii. Estudió en la Universidad de Zaragoza y en ella recibió el grado de Doctor en Medicina, entrando en el Colegio Médico de dicha población el M de Junio de 165ÍJ.

En 16 de (Jctubre de 1652 erj ya Catedrático de aforismos en la misma l'niversidad, donde después lo fué del segundo curso, más tarde de la de Vísperas, y desde el de Diciembre de